Zen y psicología



La noción de inconsciente cósmico ha dado a la psicología una dimensión que anteriormente no tenía.
El desarrollo de la personalidad ligada a lo universal, trasciende los limites del individuo y del ego en particular. No existe un yo separado de los demás, sino un sí mismo, plenamente sí mismo, diferente y parecido a los otros a la vez. El dinamismo interior tiende hacia la unidad y hacia la superación de las contradicciones, empezando por la noción de vida y de muerte.

La naturaleza de la conciencia es especial y profundamente estudiada en el Zen.

Una imagen ilustra claramente la transformación que se instaura: es la imagen de la puerta que separa simbólicamente el consciente del inconsciente. Esta puerta sólo se abre generalmente hacia el exterior, pero debería llegar a poder abrirse en los dos sentidos, libremente.

El Zen es la vía sin atolladeros. Nos enseña a tomar conciencia de nuestros propios recursos y de la profunda humanidad que está en cada uno de nosotros.